El WiZink Center fue nuevamente escenario de un gran duelo europeo, donde el Real Madrid venció al Panathinaikos en un partido que revivió la última final de la Euroliga en Berlín. El conjunto dirigido por Chus Mateo dio un golpe decisivo contra los campeones reinantes, dominando el encuentro con una defensa sólida y una destacada actuación desde la línea de tres puntos (15/33). Con un primer y tercer cuarto arrolladores, el equipo blanco alcanzó una ventaja máxima de 17 puntos. Campazzo, con 19 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes, lideró al equipo, mientras que Abalde (13 puntos), Musa (15), Deck (11) y Tavares (17 de valoración) también brillaron en una noche memorable.
Inicio Espectacular del Madrid
El Real Madrid salió decidido desde el primer minuto, fiel a sus principios básicos: dominio en el rebote, una defensa férrea, velocidad en el contragolpe y, en esta ocasión, un acierto impresionante desde la línea de tres puntos. En los primeros cinco minutos, los blancos anotaron un triple por minuto: dos de Musa, uno de Abalde, otro de Ndiaye y uno más de Campazzo, quien cerró el primer cuarto con 10 puntos y apenas un fallo en el tiro. Con esta racha, el equipo logró una ventaja de 19-5 en el marcador. El técnico del Panathinaikos, Ataman, intentó ajustar su equipo con varias rotaciones, encontrando en Sloukas, Papapetrou y Juancho Hernangómez algunas soluciones temporales, pero el Real Madrid mantuvo el control al final del primer cuarto (28-19).
Resistencia en el Segundo Cuarto
El partido no fue fácil en ningún momento. El ritmo del juego se ralentizó considerablemente en el segundo cuarto, con el Panathinaikos apostando por un juego más físico. La actuación del trío arbitral, que tardó ocho minutos en señalar una falta a favor del Madrid, permitió a los griegos recortar distancias en el marcador.
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Liderados por Nunn y Lessort, Panathinaikos mejoró su ofensiva. A pesar de la caída en el porcentaje de acierto en los tiros exteriores, el Madrid no perdió la concentración y encontró en Rathan-Mayes, Llull y Deck las respuestas necesarias para mantener la ventaja al descanso (43-38).
Un Tercer Cuarto Determinante
El tercer cuarto comenzó con un Panathinaikos en llamas, impulsado por un inspirado Nunn, quien acercó peligrosamente a su equipo a solo dos puntos (50-48, minuto 24). Sin embargo, el Real Madrid respondió con contundencia. Musa anotó 7 puntos consecutivos sin fallo, frustrando los intentos de remontada de los visitantes. En ese momento, la solidez del Madrid se hizo evidente: Tavares dominó a Lessort en ambos lados de la cancha, Campazzo tomó las mejores decisiones y Abalde tuvo un excelente cuarto, anotando 7 de sus 10 puntos en una racha de 9-0 que estableció la ventaja máxima de 17 puntos (70-53, minuto 28).
Victoria Clara
El Panathinaikos no se rindió y continuó presionando hasta el final. A pesar de los esfuerzos de Nunn, el Real Madrid mantuvo su firmeza y no permitió que su rival se acercara lo suficiente para amenazar la victoria. Campazzo, el mejor jugador del partido, continuó aportando en cada ataque, mientras que Tavares se encargaba de cerrar la zona con tapones clave. Los blancos recuperaron una ventaja de 10 puntos y, en los últimos minutos, supieron gestionar el marcador para asegurar su segunda victoria en la Euroliga (90-86, minuto 36).
Con este triunfo, el Real Madrid reafirma su posición en la Euroliga, mostrando una vez más su capacidad para responder en momentos de alta exigencia, frente a uno de los equipos más poderosos del continente.